La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha emitido una serie de publicaciones con relación a la diversidad cultural mencionando que “es ante todo, un hecho; existe una gran variedad de culturas, aun cuando los límites que marcan las linde de una cultura especifica sea más difíciles de determinar de lo que parece a primera vista. Además, la conciencia de esta diversidad ha llegado a ser prácticamente, un lugar común; gracias a la mundialización de los intercambios y la mayor receptividad mutua de las sociedades. Aunque esta mayor conciencia no garantiza en forma alguna la preservación de la diversidad cultural, ha contribuido a dar al tema una mayor notoriedad”(1).
Muy bien la UNESCO ha precisado en qué consiste la diversidad cultural como un haz de modelos que comprende a todo el mundo referido a la variedad, que es conglomerado o universo de actos culturales que determinan en mucho nuestro proceder.
Las manifestaciones industriales, científicas, artísticas, deportivas, hábitos, conocimientos, etc., unido a la variedad de expresiones humanas hacen que el binomio variedad cultural conviva en muchos casos a pesar de no ser tan homogéneas como es el caso de los dogmas.
La complejidad sin llegar a las acepciones de Edgar Morin con relación a su pensamiento, el ser humano es multidimensional, no la unidimensionalidad del hombre de Herbert Marcuse en la que el ser humano es sujeto de su opresión. Tampoco del tridimensionalismo del brasileño Miguel Reale y del jurista peruano Carlos Fernández Sessarego con su trilogía: Conducta, norma y valores. La diversidad cultural va más allá de estos confines, que a la postre son importantes porque el ser humano de manera individual o extrapersonal siempre evoluciona porque la cultura siempre se encuentra relacionada a la satisfacción de lo que requiere el ser humano.
La fortaleza de la diversidad cultural es de trascendencia invalorable ya que la fuerza y el tesón de las costumbres, se mantienen por el bien de la humanidad en los actos de repetición de otros y la perseverancia como protector de un haz de necesidades propias e inherentes al ser humano.
La fortaleza de la diversidad cultural se cimienta y tiene como subyacente a la concretización de la voluntad pública, no segmentada ni estratificada, sino que va más allá incluso de lo colectivo, vale decir como interés difuso o sea de todos.
En el plano doméstico, en nuestro callejón de Huaylas la diversidad cultural es sumamente variada en relación a las costumbres que deberían velarse por su conservación a fin de no perder la identidad y libertad cultural. Es tarea de todos, pero con mayor responsabilidad y obligación de las autoridades o funcionarios públicos que tiene esa función y misión encomendadas; como es el Instituto Nacional de Cultura, etc.
Como colofón de esta reflexión la fortaleza de la diversidad cultural hace que el ser humano no tenga la visión doméstica, estadual sino supranacional para así tener una visión realmente humana y humanitaria.
Bibliografía:
1. UNESCO. Invertir en la diversidad cultural y el dialogo intercultural. Ediciones UNESCO. 2010. p. 4
Solo audio:
Muy bien la UNESCO ha precisado en qué consiste la diversidad cultural como un haz de modelos que comprende a todo el mundo referido a la variedad, que es conglomerado o universo de actos culturales que determinan en mucho nuestro proceder.
Las manifestaciones industriales, científicas, artísticas, deportivas, hábitos, conocimientos, etc., unido a la variedad de expresiones humanas hacen que el binomio variedad cultural conviva en muchos casos a pesar de no ser tan homogéneas como es el caso de los dogmas.
Uso de sombreros por parte
de los primeros andinistas de Huaraz
de los primeros andinistas de Huaraz
Fuente: Proyecto IUV-2012
La complejidad sin llegar a las acepciones de Edgar Morin con relación a su pensamiento, el ser humano es multidimensional, no la unidimensionalidad del hombre de Herbert Marcuse en la que el ser humano es sujeto de su opresión. Tampoco del tridimensionalismo del brasileño Miguel Reale y del jurista peruano Carlos Fernández Sessarego con su trilogía: Conducta, norma y valores. La diversidad cultural va más allá de estos confines, que a la postre son importantes porque el ser humano de manera individual o extrapersonal siempre evoluciona porque la cultura siempre se encuentra relacionada a la satisfacción de lo que requiere el ser humano.
La fortaleza de la diversidad cultural es de trascendencia invalorable ya que la fuerza y el tesón de las costumbres, se mantienen por el bien de la humanidad en los actos de repetición de otros y la perseverancia como protector de un haz de necesidades propias e inherentes al ser humano.
La fortaleza de la diversidad cultural se cimienta y tiene como subyacente a la concretización de la voluntad pública, no segmentada ni estratificada, sino que va más allá incluso de lo colectivo, vale decir como interés difuso o sea de todos.
En el plano doméstico, en nuestro callejón de Huaylas la diversidad cultural es sumamente variada en relación a las costumbres que deberían velarse por su conservación a fin de no perder la identidad y libertad cultural. Es tarea de todos, pero con mayor responsabilidad y obligación de las autoridades o funcionarios públicos que tiene esa función y misión encomendadas; como es el Instituto Nacional de Cultura, etc.
Como colofón de esta reflexión la fortaleza de la diversidad cultural hace que el ser humano no tenga la visión doméstica, estadual sino supranacional para así tener una visión realmente humana y humanitaria.
Bibliografía:
1. UNESCO. Invertir en la diversidad cultural y el dialogo intercultural. Ediciones UNESCO. 2010. p. 4
Solo audio:
Yo creo que debemos de mantener viva nuestras costumbres ya que por medio de ella nos representamos.
ResponderEliminarEn mi opinión creo que las personas siempre se caracterizan por su cultura no puede pretender ser de otra cultura no debemos alienarnos a otras costumbre y debemos de valorar lo nuestro.
ResponderEliminarEn mi parecer los humanos no deberíamos querer parecernos a las otras culturas ya que nosotros tenemos lo nuestro y debemos saber valorarlo mas que a nada, como ya sabemos debemos conservar lo nuestro y no lo del resto.
ResponderEliminarFelicitaciones... trabajos como este fortalecen nuestra identidad cultural como Huaracina me siento orgullosa.....mostremos a nuestros niños y jobenes cual es el cimiento donde se están desarrollando.
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